Foto superior: Tadeu Nascimento
De gran riqueza arquitectónica e historia marcada por un milagro, el Santuario de San Antonio del Valongo, de 1640, es unas de las primeras iglesias del país y el segundo complejo más antiguo de Santos. En estilo barroco, posee paredes revestidas por murales de azulejos de los años 1930 y, en el altar mayor, uno de los pocos tronos giratorios del país, con la Santísima Trinidad de un lado y, del otro, el ostensorio para la Adoración Perpetua. Anexa a la iglesia, se encuentra la Capilla de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, de 1691, donde está expuesta una imagen de San Francisco, en estilo barroco y tamaño real, orando delante de un Cristo Místico de Seis Alas.
Conjunto
En 1859, el conjunto del Valongo, que comprendía la iglesia, el convento y la Capilla de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de la Penitencia, fue vendido para la construcción del ferrocarril Santos-Jundiaí, el primero del Estado de São Paulo. El claustro fue demolido dos años después, dando paso a la Estación del Valongo. Pero no hubo fuerza capaz de retirar la imagen de San Antonio del altar, hecho que, considerado un milagro, impidió la desaparición de la iglesia, elevada a santuario en 1987. Tanto la iglesia como el ala sur del convento, que también escapó de la demolición, son consideradas uno de los principales ejemplos de la arquitectura franciscana en el país.
Foto: Reproducción
Iglesia
La entrada de la iglesia cuenta con tres arcos romanos, simétricos a las puertas-balcón de arco rebajado del piso superior, rematadas por dinteles curvos de piedra. Un frontón ondulado y guirnaldas completan la fachada, considerada uno de los más bellos ejemplos del barroco del siglo XVIII.
Foto: Francisco Arrais
Altar
El altar posee seis paneles de azulejos pintados, entre 1938 y 1940, por el artista portugués José Candido da Silva Jr. Él se autorretrató, con chaqueta y corbata, en el panel 'El pan de San Antonio', junto al santo. En el panel 'Muerte de San Antonio', el artista hizo un retrato de Fray Vicente Borgard señalando al cielo, intentando consolar a un fraile que lloraba la muerte de San Antonio. Fray Vicente fue responsable de la restauración y reforma de la iglesia en la década de 1930.
Escenas de la vida de San Antonio y San Francisco están presentes en pinturas al óleo del techo, así como de los principales santos franciscanos: Santa Clara, San Juan María Vianey, San Pascual, San Buenaventura y los papas Pío X y Gregorio IX. Estas se realzan por la pintura de miles de flores que cubren las paredes y cuyo centro, con un pequeño cuadrado de espejo, multiplica la incidencia de la luz.
Foto: Francisco Arrais
Detalles
Merecen un vistazo más detallado los detalles y el semblante de las imágenes del altar 'Divina Justicia', que muestra a Magdalena a los pies de Jesús Crucificado. Se cuenta que esta imagen, siempre destacada en Viernes Santo, fue llevada en procesión durante la epidemia de fiebre amarilla, entre 1889 y 1890, que diezmó a la población de Santos. Hecha la procesión, registra la historia que los enfermos comenzaron a disminuir y, semanas después, no se registraron más casos.
En la parte inferior del altar, se encuentra el féretro del Señor Muerto, en una caja de cristal. El altar de madera trabajada llegó de Lisboa entre 1726 y 1727; está tres escalones por encima del suelo y conserva los colores tradicionales del barroco: blanco y dorado.
Foto: Francisco Arrais
Capilla
La Capilla de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de la Penitencia, de 1691, se encuentra a la izquierda, perpendicular y con arco abierto hacia la iglesia conventual.
Foto: Rogério Bomfim