Foto superior: Divulgación

Con 9 fanega de área, la Estancia Itabatatinga es formada por mata nativa, donde se destacan palmeras y plantaciones de banana, además de elevaciones naturales parcialmente cubiertas por la mata. Entre 1900 y 1935, el sitio – entonces con 20 fanegas - perteneció al constructor español João Esteves Martins, responsable por diversos plantíos.

Foto: Marcelo Martins

Con cerca de 20.500m², es lugar de descanso y punto de encuentro de los apreciadores de la pesca. Cuenta con parque de juegos y quioscos para el ocio, dotados de parrilla individual y mesas en albañilería, con uso gratuito mediante reserva anticipada en la Regional dos Morros (tel. 13  3258-5111).

Foto superior: Ronaldo Andrade

La cumbre de este itinerario es la cascada del Cabuçu, con aproximadamente 10 metros de altura, que baja sobre enorme roca, verdadero tobogán, y forma una gran piscina natural. En el camino para llegar a ella, es necesario cruzar arroyos de aguas cristalinas.

Top photo: Antonio Vargas

With stories and natural beauty at every turn, Diana Ranch sits in a dazzling rural landscape, where visitors have a close-up view of several exotic plants cultivated there, the worm farm and worm compost production.

Foto superior: Raimundo Rosa

Un paraíso para pescadores, rico en cultura y gastronomía caiçara. Una experiencia única para un contacto más cercano con la naturaleza y la tradición. La iglesia celebra anualmente la festividad en devoción al Buen Jesús de Ilha Diana.

Turismo comunitario y educación ambiental

A través de iniciativas de turismo comunitario y educación ambiental, Ilha Diana ofrece la oportunidad de experimentar su historia, gastronomía y el ecosistema de manglares que rodea la isla.

Contacto para reservar excursiones: Patrícia (13) 99741-8690 / Elisa (13) 97408-3130 / Sônia (13) 99211-7387 / Graziela (13) 99676-7220 / Vinicius (13) 99190-6508 / Ângela (13) 99147-1470.

Los fines de semana, la actividad es más intensa y la comunidad se prepara para recibir mejor a todos, ofreciendo recorridos por los meandros del canal del estuario y servicios de bar y restaurante.

Quiosco As Guerreiras - abierto de martes a domingo (o con cita previa para grupos) - de 12:00 a 00:00 (porciones y comidas) - Sara (13) 97401-0251.

Bar y Restaurante Chilico - de lunes a viernes, de 8:00 a 19:00; sábados y domingos, de 10:00 a 18:00 (porciones, comidas y paseo en barco con guía local) - Patrícia (13) 99741-8690.

Rincón Verde de Zazá - servicio con cita previa - Zaíra (13) 98148-1414 (porciones y comidas).

Quintal Caiçara - Servicio con cita previa - Jéssika - (13) 97408-9700 (porciones y comidas).

Estrela do Mar - Paseos en barco con guía local, porciones y comidas (citas con Wellington): (13) 97422-9431 y Elisa (13) 97408-3130.

Pesca deportiva con guía local (con desayuno y almuerzo) - Chocolate (13) 99108-9433 y Flávia (13) 99115-1538.

Foto superior: Marcelo Martins

Los paseos parten hacia diversos itinerarios en la Bahía de Santos, pasando por la Fortaleza de la Barra; Isla de las Palmas; playas del Góes, del Cheira Limão y del Sangava. En el paseo por el Estuario y Canal de Bertioga, el destaque queda para el puerto y sus almacenes, las construcciones antiguas de la Compañía Docas de la Provincia de São Paulo (Codesp), Isla Barnabé, antigua Base Aérea de Santos y la Isla Diana. Las empresas Genesis, Turismo en el Mar y Bravotur ofrecen itinerarios que alternan de 1h30 a 3h45.
 

Foto superior: Vanessa Rodrigues

Distante 45 km de la playa, es considerado el mejor punto de buceo de la Provincia de São Paulo y el 3º de Brasil. Formación rocosa granítica con perfil que recuerda una ballena, tiene 550m de largo, 33m de altura y 185m de ancho. El lugar favorece un buceo inolvidable: agua del mar cristalina, temperatura alrededor de 23º, visibilidad de hasta 30 metros y fauna impresionante. Los buceadores y fotógrafos submarinos pueden ver cardúmenes coloridos, mantarrayas, tortugas, meros e incluso delfines. Dependiendo de la época – y de la suerte, es posible ver tiburones y ballenas.

Principal tarjeta postal de la ciudad, los 7 km de playas limpias son contornados por el mayor jardín de orilla marítima del mundo (Guinness Book of Records, 2000), ladeado por una ciclovía con cerca de 7.900m de extensión. Con 5.335m de extensión y anchura entre 45 y 50m, los jardines cuentan con 815 parterres, con varias especies del tipo perenne, con un predominio de lirios amarillos (Hemerocalis flava) y blancos (Spathiphiphyllum sp); biris rojos (Canna indica),y crisantemos blancos, amarillos y mesclados (Crysanthemum sp). Fue del ingeniero Saturnino de Brito la idea de la construcción de los jardines, en 1914. En la década siguiente, comenzaron a surgir áreas ajardinadas frente a los hoteles , en 1930 fue construido el primer tramo de los jardines. Pero su trazado actual, curvilínio, fecha de 1960.

Foto superior: Marcelo Martins

Parque zoobotánico que reproduce la Mata Atlántica, el Orquideario Municipal cuenta con cerca de 3.500 orquídeas de 120 especies, la gran mayoría fijada en los árboles. Inaugurado en 1945, era, en aquel entonces, el más grande parque del género, al aire libre, del mundo y se mantiene como el segundo equipo público en visitación en la ciudad, quedándose atrás sólo del Acuario.

Foto superior: Raimundo Rosa

Las zonas verdes de 90 mil m², tiene un acervo en vivo de más de 300 especies de vegetales catalogadas, divididos en 20 colecciones botánicas, como las especies de la Amazonía, la Mata Atlántica de árboles de madera de “lei”, con 65 especies de árboles de palma de palmito y especies en extinción . Esta diversidad puede ser apreciada en paseo guiado. El parque tiene parque infantil, además de más de 1.000 metros de caminos asfaltados, iluminados y con las señales de la distancia a cada 100 metros, lo que facilita prácticas deportivas. Dispone de bancos y mesas de madera , ideal para la contemplación de los tres lagos, que abrigan tilapias, carpas y con frecuencia reciben la visita de aves acuáticas..El parque comenzó su formación en 1925, en el antiguo Horto Municipal, que estaba al lado de la Santa Casa, donde los jardineros de la ciudad plantaron las primeras plátulas. En 1973, ese cultivo pasó a ser hecho en el tierra de ahora, en Bom Retiro, que se ha convertido en un jardín botánico en 1994 y pasó a recibir programas para la conservación de las especies, en su mayoría nativas de La Mata Atlántica.