Foto superior: Ronaldo Andrade
La cumbre de este itinerario es la cascada del Cabuçu, con aproximadamente 10 metros de altura, que baja sobre enorme roca, verdadero tobogán, y forma una gran piscina natural. En el camino para llegar a ella, es necesario cruzar arroyos de aguas cristalinas.
Belleza natural
Grandes árboles bordean el sendero, que alberga una gran variedad de plantas y flores autóctonas, así como aves y otros pequeños animales. Para los investigadores de fauna y flora, el Sendero del Río de Areia es un tesoro. La ruta discurre junto a aguas cristalinas, poco profundas y transparentes, formando pequeñas calas donde es frecuente encontrar huellas de animales entre una profusión de helechos, lianas y bromelias.
Foto: Vagner Dantas
Historia
La finca es un sitio histórico de la región de la Baixada Santista. Durante la época colonial, sirvió de refugio para la Compañía de Jesús, que estableció allí un centro de catequesis para los indígenas. En la primera mitad del siglo XX, la región estuvo ocupada por extensas plantaciones de banano, cuya producción se transportaba en carretas hasta las cercanías del río Cabuçu y, desde allí, en lancha, hasta el Mercado Municipal de Santos.
Foto: Antonio Vargas