Iglesia de Nuestra Señora del Rosário

Foto superior: Francisco Arrais

  

Con nave en mármol colorido, la iglesia es una de las más bellas y antiguas de Santos, cuyo origen se remonta a la capilla donde se escondían esclavos forajidos, erguida alrededor de 1756. La Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de los Hombres Negros (esclavos), sin embargo, fue formada en 1652 – deshecha en 2008 - y disponía de un altar en la antigua iglesia matriz, modificado debido a obras en el siglo XVIII. Con la demolición de la antigua matriz, la Iglesia del Rosario pasó a ser la principal de la ciudad, posición que mantuvo por 15 años, hasta 1924, cuando fue inaugurada la Catedral.

Altar mayor

El altar mayor, en mármol, ostenta la imagen de Nuestra Señora del Rosario, a dos metros de altura, entronizada en 1900. Confeccionada en madera de Bahia, posee, arriba, un fresco retratando una paloma, símbolo del Espíritu Santo. Al lado izquierdo de la imagen, se encuentra la figura de Nuestro Señor Jesús de los Pasos y, a la derecha, la de San Benedicto.

 

Foto: Francisco Arrais

Afrescos

Las paredes laterales internas de la iglesia poseen frescos con inspiración árabe, pintados en anchas franjas y con colores alternados.
 
Al entrar a la iglesia, se ve a la izquierda las imágenes de Santa Catalina de Alejandría, de Santa Catalina de Sena, Santa Ana Maestra, San Expedito (en un altar), Nuestra Señora de la Esperanza, San Sebastián, Santa Teresita, Niño Jesús de Praga, Sagrado Corazón de Jesús y de San Joaquín.
 
Ya a la derecha están las imágenes de Nuestra Señora de la Cabeza, Nuestra Señora de Aparecida, Santa Sara Kali, Nuestra Señora Desatadora de Nudos (en un altar), San Blas, San Gonzalo, San Antonio de Padua, San José y Nuestra Señora de la Piedad.

 

Foto: Francisco Arrais

San Joaquín, con botas

La imagen de San Joaquín, con botas, llama la atención. Ella es considerada una reliquia. Descendiente directo del rey David, Joaquín fue el padre, de acuerdo con los Evangelios, de María, madre de Jesús, que nació 60 años después de haberse casado con Ana. Con base en documentos antiguos, historiadores creen que él haya muerto a los 80 años, cuando la hija estaba con 12 años. San Joaquín de Botas era el santo protector de los bandeirantes(pioneros de la época colonial), que llevaban la imagen en la proa de los barcos, como protección de los peligros del río y de ataques indígenas. Es por esa razón que está retratado con botas, características de los bandeirantes.

  

Foto: Francisco Arrais

Techo

El techo abovedado posee frisos en relieve, que se unen formando rosetones. En el interior de cada rosetón están imágenes y símbolos sacros, que tenían como objetivo la comunicación con los fieles, pues, hasta el siglo XIX, la mayoría de las personas no sabía leer.

 

Foto: Francisco Arrais

Fachada

La puerta de entrada está flanqueada por dos vitrales. Sobre ellos, a la altura del 1º piso, están tres otras composiciones coloridas, donde se destaca la figura de una corona. Arriba, en la parte superior, de forma centralizada, se encuentra un vitral con la imagen de una paloma, símbolo del Espíritu Santo. El único púlpito de la iglesia, a la derecha en la nave, fue confeccionado en mármol de Carrara.  
 
La Capilla del Rosario fue la única de la entonces villa santista que acogía a los negros esclavos y los mulatos. Ella fue a los pocos ampliada hasta que, en 1822, con la construcción de la torre del reloj, las obras terminaron. En aquella época, el poblado contaba con cerca de 1.800 habitantes – un tercio era formado por blancos y el restante, por negros, esclavos, indios y mestizos.

 

Foto: Francisco Arrais