Museo de la Pesca

Foto superior: Susan Hortas

  

Instalado en un caserón de 1908, el  Museo de la Pesca, es una de las principales atracciones turísticas de Santos e integra el patrimonio histórico cultural de toda la región. De estilo ecléctico, el edificio, construido en el lugar del antiguo Fuerte Augusto (siglo XVIII), abriga importante acervo del ambiente acuático.

  

De entre las atracciones, un esqueleto de ballena con 23m de largo, calamares gigantes, Salón de la Playa, Ala Lúdica, animales disecados y una gran colección de arenas de playas de Brasil y del mundo.

Ballena

Destaque para el esqueleto de una ballena de aleta (Balaenoptera physalus) con 23 metros de largo, 193 huesos y 7 toneladas. El mamífero, que encalló en una playa de Peruíbe (costa Sur de la Provincia de São Paulo) en agosto de 1941, en plena 2ª Guerra Mundial, llegó a ser confundido por pescadores con un submarino alemán. El rescate del cuerpo del mar contó con el auxilio de la marea y de sogas atadas a los cuernos de dos bueyes. Al año siguiente, el esqueleto llegó al museo.

 

Foto: Susan Hortas

Calamar gigante

Es un ejemplar único en exposición en el mundo, el calamar gigante Architeuthis sp., disecado, impresiona: son nada menos que 5 metros y 91 kilos.

 

Foto: Susan Hortas

Mantarraya

Rareza en términos de animal disecado en los museos, la mantarraya (Manta birostris) expuesta en el museo tiene 4m40 de envergadura y pesa 600 kilos. Ella fue muerta accidentalmente en una red de enmalle de pescadores, en Praia Grande (SP), en junio de 2005.

  

Foto: Rosangela Menezes

Salón de los Tiburones

En el museo, se puede incluso aprender un poco sobre tiburones. Están expuestos, entre otros, un ejemplar de tiburón boquiancho(Megachasma pelagius), con 1m90; un tiburón cailón(Lamna nasus) de 1m80; tiburón trozo (Carcharhinus plumbeus) de 1m70 y un tiburón vitamínico (Galeorhinus galeus), con 70 centímetros, proveniente de la Isla de las Azores.

  

Foto: Susan Hortas

Cuarto del Capitán

Inspirado en la película ‘Piratas del Caribe’, la decoración del cuarto tiene iluminación especial, un arca llena de joyas de fantasía, un baúl lúdico representando un tesoro con imitaciones de monedas de oro, una espada confeccionada con resina y material reciclado y el esqueleto real de un monito, como él de la película. Para completar el clima, un gato disecado ‘maúlla’ para cualquier persona que intente acercarse a la cama del capitán. Hay incluso algunos instrumentos de navegación, como timón, linternas, carta náutica, brújula y bitácora. La figura imaginaria fue inspirada en el capitán de corbeta Garcéz Palha, que acompañó la construcción del edificio.

 

Foto: Rosangela Menezes

Salón del Barco

Para tener la sensación de manosear un timón antiguo en la proa de un barco de vela basta ir al Salón del Barco, otro espacio temático del Ala Lúdica Petrobras.

 

Foto: Susan Hortas

Salón Sumergir

Imperdible, el Salón Sumergir posee un gran muestrario de vidrio, desde el nivel del piso hasta el sótano, que reproduce los ecosistemas que engloban el fondo del mar, playa arenosa, costa rocosa y manglares. En él, es posible conocer animales y plantas (de resina) característicos de cada ecosistema e incluso bajar al sótano para mejor contemplarlo. El salón es uno de los tres espacios temáticos del Ala Lúdica Petrobras.

 

Foto: Susan Hortas

Historia

De arquitectura ecléctica, el edificio fue construido en 1906 para abrigar la Escuela de Aspirantes a Marineros, en el lugar del antiguo Fuerte Augusto, fortificación del siglo XVIII. En 1931, pasó a funcionar como Escuela de Pesca y sólo en 1942, con la llegada del esqueleto de la ballena, comenzó a tomar forma de museo. Pero sólo ganó la denominación actual en 1950.

 

Foto: Ruinas de Forte Augusto, suplemento A Escolinha, Diário Oficial de Santos, 6/12/1972